Tipos de calderas

Cada sistema de calefacción y ACS se adapta a unas circunstancias en concreto, por eso deben adecuarse por parte de personal especializado. Un SAT cualificado le proporciona asimismo información sobre los diferentes tipos de calderas. Hay aparatos que ya no se fabrican, pero que en algunos casos también deben ser intervenidos para que sigan facilitando los servicios a los usuarios. Los calentadores o calderas atmosféricos están entre este grupo. Pueden mantenerse, pero ya no instalarse. Funcionan tomando el oxígeno del ambiente de alrededor, oxígeno que se utilizará para la combustión y que luego es expelido al exterior.

Otra de las calderas con las que pueden beneficiarse todo tipo de usuarios, son las de tiro forzado, aunque no se encuentran entre los productos de nueva generación que proporcionan un ahorro extra. Poseen un funcionamiento muy similar a los sistemas atmosféricos, aunque en este caso integran un ventilador que evacua los gases.

Por su lado, en los estancos la combustión tiene lugar dentro de un compartimento herméticamente cerrado. Al igual que en las calderas de tiro forzado, las evacuación se da mediante ventilador.

Las calderas de bajo NOx están entre las que ahorran energía, proporcionando grandes ventajas. Se gasta menos combustible que con otros sistemas, además de expulsar menor cantidad de gases con contaminantes.

Las calderas de condensación suponen otra de las opciones para el ahorro y la funcionalidad. Son sistemas que funcionan calentando el gas a una temperatura menor. El calor y el ACS que ofrecen es de calidad, sirviendo además para dar servicio a inmuebles con numerosos usuarios.

La microacumulación es otra de las opciones que ofrece la nueva tecnología. En este caso, los aparatos integran un acumulador en el que el agua está previamente calentada. De esta manera, al abrirse un grifo de agua caliente, esta sale inmediatamente, sin necesidad de esperar como ocurre con otros sistemas de ACS.